Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38


 

Corrió a cargo de los diputados locales de Morena cristalizar, materializar, dar forma o como quiera usted llamarle a la primera evidencia de los acuerdos políticos al más alto nivel entre quienes salen del gobierno y los transformadores.
Pese al desastre financiero estatal, la aprobación de la cuenta pública del Poder Ejecutivo correspondiente al año 2017 se aprobó ayer sin mayor contratiempo.
Reprobarla, hay que decirlo, tampoco habría sido sentencia definitiva que garantizar, a partir del 2019, alguna pena corporal a varios funcionarios estatales acusados de corrupción.
Creen los integrantes de la fracción parlamentaria de Morena, salvo algunas excepciones, que la gente no dimensiona el tamaño del acuerdo.
Ellos mismos, siendo candidatos a diputados, ondearon la bandera del combate a la corrupción, de la decepción en las autoridades, del gobierno fallido, indolente, sordo, insensible ante tanta desgracia.
¿Cómo entenderlos ahora que siendo legisladores aprobaron la cuenta pública del Poder Ejecutivo si todos se montaron en el discurso de la descalificación y así ganaron más electores?
En descargo, los diputados se limitarán a justificar que se trata de una simple calificación a una muestra tomada por el Órgano Superior de Fiscalización y a eso se limitaron, a revisar los resultados de lo escogido.
Todos los pillines tendrán otro año para acomodar sus cochineros y salvar el pellejo si es que el OSFE se atreve a tomar en serio su papel de fiscalizador con el nuevo gobierno.
Ante la complicidad de los legisladores generosos, don Adán tendrá una enorme oportunidad de sacar cuentas y poner a quien en su lugar en el 2019. Ya lo ha dicho él mismo: reconciliación sí, impunidad no.

*La Morralla *
Bola cantada es el relevo en la fiscalía. También en el Poder Judicial * Jaime Lastra Bastar, dicen, está amarrado para sustituir a Fernando Valenzuela, pero en verdad no anda muy convencido de lidiar con el tigre * Hasta mañana.


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